Cuestión de tiempo
Cuando hablamos de dimensiones (y más en un sitio como este), lo primero en lo que se piensa es en las 3 de toda la vida, largo, ancho y alto. Si estamos un poco más metido en el mundo de la física estaremos acostumbrados también al tiempo como cuarta dimensión, y si ya somos unos teóricos irrefrenables, hablaremos de dimensiones arrolladas de la teoría de cuerdas. Pero ya dije en su día que los domingos eran para descansar, y no para hablar de física, así que vamos a tratar otras dimensiones.En nuestro caso, vamos a pensar en la música, por un lado hay que tener en cuenta la altura del sonido, que podemos considerar como nuestra primera "dimensión musical", no es lo mismo un sonido grave que uno agudo, y si fuera lo mismo, no tendríamos música (aunque bueno, mucho música actual podría carecer totalmente de esta dimensión y sería igual). También entra en juego la intensidad, no es lo mismo un sonido ensordecedor y con pontencia, lo que se dice un fortisimo, que un leve susurro también conocido como pianisimo (de nuevo mucha música de hoy en día se olvida de esta dimensión). El timbre podría considerarse también como otra "dimensión musical", aunque será más dificil de ordenar y de estudiar.
Pero la dimensión que tienen en común la música y el universo es el tiempo (y sí, esta vez la música que escuchamos a diario usa mucho, aunque lo de bien es discutible, el tiempo). La idea del tiempo es sencilla, no es lo mismo una melodía rápida que otra lenta, ni una nota larga que otra corta, y además, los sonidos hay que darlos en su sitio para que la cosa tenga coherencia.
Si eres un maestro de algún instrumento, puedes hacer algo como esto:
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La pieza en cuestión es "Le Api. Studio Caratteristico" de Antonio Pasculli, para oboe y piano, interpretado por Yeon-Hee Kwak al oboe y Chia Chou al piano. Si escuchamos bien, se puede ver como con un oboe, jugando bien con el tiempo, se pueden realizar varias lineas melódicas, o melodía y acompañamiento simultaneos, lo cuál, teniendo en cuenta que solo puede emitir un sonido en cada instante de tiempo, está muy bien. Claro, que para juntar así varias melodías hay que tener unos dedos que se muevan con mucha agilidad, y claro, muchas horas de estudio.
¿Qué pasa si somos unos auténticos ineptos de la interpretación musical? Bueno, todo tiene solución, en vez de jugar con el tiempo a la vez que interpretamos, podemos jugar con él después, simplemente grabando y editando y consiguiendo así una pieza musical en toda regla:
Y todo esto simplemente jugando con el tiempo.
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