2004-11-06

Ut-Re-Mi-Fa-Sol-La

Esto de la música es todo un mundo de curiosidades. Supongo que poca gente se habra preguntado porque las notas musicales tienen el nombre que tienen y la mayoría lo habra aceptado como un "porque sí". Sin embargo tienen historia...

Halla por el siglo XI, el músico y musicologo Guido D'Arezzo le dio por estudiar la música y entender las notas como agrupaciones de 6 en 6 a las que llamó hexacordos. El porque de esta elección y las porpiedades de los hexacordos no vienen al caso, pero lo interesante está en que para hacer referencia a las notas tenía que ponerles un nombre.

El muy avispado de Guido no eligió nombres al azar, sino que eligió un canto a San Juan Bautista que tenía la curiosa propiedad de que cada verso empezaba por una nota distinta. He aquí el poema:

UT queant laxis
REsonare fibris
MIra gestorum
FAmuli tuorum
SOLve polluti
LAbii reatum

Sancte Ioannes!

que se puede traducir por algo asi como "Para que estos tus siervos puedan, con toda su voz, cantar tus maravillosas hazañas, limpia el reato de nuestro manchados labios ¡Oh San Juan!"

Como a estas alturas todos habreis adivinado, Gudio le puso por nombre a las notas, la primera sílaba de cada verso, incluido el UT para el actual DO.

El nombre del SI no se acuñaría entonces, sino en el siglo XVI (a partir de las iniciales de Sancti Ioannes), y en el XVII se cambiaría UT por DO, tomado de la palabra Dominus.

Y he aquí que ahora todos los que alguna vez hemos estudiado solfeo, hacemos un breve repaso a un himno a San Juan Bautista gracias a Guido D'Arezzo cada vez que solfeamos las escalas arriba y abajo.

Y si alguien siente curiosidad por saber como era la musiquilla del himno, aquí tiene la partitura, en notación cuadrada, eso sí.